sábado, 17 de octubre de 2009

CE Mercantil- Cirera A. Victòria balsàmica.















CE Mercantil- Cirera A. 1-0

El Mercantil ha sortit des del primer minut confiat en que la victòria no es podia escapar. Durant la setmana el seu tècnic insistia: " S'hi juga com s'entrena". I ha estat així. La primera part s'ha iniciat amb molta intensitat, com la que s'ha vist durant els tres dies d'entrenaments. El conjunt visitant pressionava defensivament i amb contundència per destruir el joc que es generava des de la defensa local. Però pilotes a les bandes, canvis d'orientació ben orquestades des del centre del camp i un punta, avui especialment motivat, feien preveure l'arribada del gol vallesà.

El partit.

Lluny de sortir encongits o amb por de perdre a casa, el de Jesus Baron han iniciat l'encontre passant la pilota a les bandes i intentant jugar al futbol. Sense perdre la verticalitat s'arribava amb facilitat a la porteria rival. Lucas tenia poca feina, només va haver d'aturar algun xut llunyà. La defensa sortia des de l'eix, l' Ivan distribuïa cap a Carlos, aquest cap a Egea i aquest a l' Àlex. La pilota circulava cap a Vílchez i Dídac amb inusitada fluidesa. La graderia es preguntava, en els primers minuts, per què no s'havia jugat així en els altres partits. En diverses ocasions es creava perill a la porteria visitant. Però la lesió d'Obiols obligà l'entrenador a posar a Martí (l'altre esquerrà de l'equip) de lateral esquerre.
Els contracops del Cirera es feien amb criteri i velocitat però es topaven amb una defensa i una mitja ben organitzades. Diverses parets ben portades per la banda dreta van fer arribar clares ocasions de gol al davanter centre (Torras).
En el minut 20 de joc, i després de diverses jugades d'atac, la pilota cau a peus de Dídac, que regateja a diversos defenses que l'entren. S'escora a la dreta, es prepara el xut i llença un tir en vaselina imparable que entra per l'escaire esquerre de la porteria. Es feia justícia al que s'estava veient en el terreny de joc.



Esperonats pel gol els jugadors del Mercantil han provocat diverses ocasions claríssimes per marcar. La més clara, una de Torras, que no s'ha pogut transformar. Era el moment de matar el partir i anar-se'n al decans amb una clara victòria. Però la sort no ha acompanyat.

La segona part ha començat igual que ha acabat: clar domini del mercantil que continuava creant perill quan arribaven pilotes a les bandes. Però als pocs minuts de la represa, el control de la pilota ha passat a mans del Cirera que s'acostava cada cop més a l'àrea de Lucas. El treball de la defensa es feia bé però ja no es construïa al mig del camp sinó que es llençaven balons llargs al davanter centre (David). Com a conseqüència d'això s'han tingut algunes oportunitats que no s'han materialitzat. Els minuts passaven i l'afició patia innecessàriament. Ha estat un partit que s'hauria pogut sentenciar al primer temps.
Quan l'arbitre ha pitat, els jugadors i l'afició han rebut amb alegria aquest triomf balsàmic que guareix les feriedes de l'anterior partit i dóna confiança als jugadors.

lunes, 12 de octubre de 2009

RCD Espanyol- CE Mercantil. Duro correctivo.














RCD Espanyol - CE Mercantil 6-0

El equipo llegó a las instalaciones del RCD Espanyol con la firme intención de obtener algún punto. Los seguidores vaticinaban resultados ganadores (0-1, 1-3, 0-2, 2-3...) en una encuesta previa al encuentro.

El partido.

El Mercantil se enfrentaba a un equipo que había acabado la temporada pasada invicto, cediendo tan sólo dos empates, marcando 180 goles ( 80 más que el FC Barcelona) y ganando la liga. Con esa trayectoria y jugando en casa, parecían claros favoritos. Pero el hecho de enfrentarse a jugadores de segundo año y sin experiencia en fútbol once hacía ser optimistas a la afición arlequinada.

Empezó el encuentro sin el calor de las gradas, muy alejadas del terreno de juego. Los de Jesús Barón fueron a por el partido, de tú a tú en los primeros minutos. Pases largos de Vílchez, lucha de Dídac en el medio del campo dieron la sensación de iguladad entre los contendientes. El partido hubiera cambiado por completo si entra el fantástico disparo de Álex que dio en el larguero (minuto 3). Ese gol habría puesto nerviosos a los jugadores del Espanyol que desconocen la sensación de ir perdiendo en los primeros minutos.


Pasado ese susto el equipo blanquiazul empezó a hacer circular la pelota con velocidad, de una banda a otra. Lanzó a los interiores contra la portería en un juego rápido y vertical. Como consecuencia de ese dominio llegó el primer gol en jugada personal del interior derecha local que se presentó ante Lucas y lo batió por la derecha.
El Mercantil se vino abajo de manera incomprensible. Empezaron a regalar pelotas al contrario con pases imprecisos o despejes incontrolados, que el Espanyol aprovechaba para acercarse con mucho peligro a la portería y hacer dos goles más en tan solo cinco minutos. Cualquiera que haya jugado algún dia a fútbol sabe que encajar tres goles de manera fácil en tan sólo unos minutos te deja grogui (como en un combate de boxeo), atenaza tus ideas y bloquea tu juego. Mientras que al que los hace le da alas y fuerzas para seguir jugando.
Los blaugrana querían que se pasara el partido lo antes posible y corrían por el campo con más corazón que cabeza temiendo que llegara una goleada de escándalo. La primera parte acabó cinco a cero con un sólo equipo en el campo: el Espanyol, que jugaba a placer con un alto ritmo de balón y una superioridad incomprensible.

La segunda parte fue más igualada. El Espanyol marcó el sexto gol mientras que el Mercantil, fundido físicamente, sólo se le vio en alguna jugada personal por la banda o alguna escapada de los puntas.

No fue un partido para olvidar sino para sacar conclusiones. Analizado fríamente, se puede pensar que los jugadores acusaron la falta de ritmo de competición (la acusan los profesionales cuando hay parones por vacaciones navideñas), debido a que sólo han disputado una jornada de liga. La pasada semana se suspendió el encuentro local por el fallecimiento de un jugador del Can Rull. También se puede pensar que la presión de jugar con el Espanyol y el miedo a caer derrotados tras tres goles encajados en poco tiempo pudo atenazarlos y evitar que dieran la talla de su verdadero nivel (incluso los grandes equipos tienen un día malo). Pero no se puede obviar algunas cosas:

Cada pelota que salía de una bota de un jugador del Espanyol iba perfectamente dirigida a otro jugador del Espanyol. No regalaron ni uno, insisto ni un sólo pase.
El sistema utilizado por el rival del Mercantil era el que en teoría quiere practicar el equipo de Sabadell, es decir, buena posición en el campo y circulación rápida de balón, abriendo espacios y con juego vertical.

Toda la temporada pasada se enseñó a nuestros jugadores a practicar el fútbol de balonazo largo, del despeje sin control, del sacarse la pelota de encima sin saber a quien se le envia o confiando en la velocidad de alguno de los nuestros. La lección que se puede sacar del encuentro del pasado sábado es:

1.El nuevo equipo técnico y la categoria exige un juego de toque y pase preciso, construyendo y elaborando las jugadas con la calidad individual con la que se cuenta.
2. Las instalaciones del CE Mercantil no permiten hacer un entranamiento físico adecuado (por falta de espacio) y eso se nota con rivales que plantean la necesidad de hacerles frente con presión continuada.

El partido de vuelta demostrará si este resultado ha sido útil al fin y al cabo.