Manlleu AEC- CE Mercantil 0-5
El resultado pudo haber sido de escándalo a favor del Mercantil. Se pudo conseguir un 0-9 con tan sólo un poco de suerte. Balones al poste, al larguero, salvados in extremis... fueron la tónica general. Aún y así el equipo vallesano no jugó bien.
El partido.
Los jugador saltaron al terreno de juego muy concentrados y dispuestos a realizar un encuentro de alta intensidad. Pero en los primeros minutos se dieron cuenta de que físicamente eran superiores y de que podrían conseguir los tres puntos a poco que se lo propusieran. De esta manera se entró en una dinámica de jugadas individuales y pases forzados en el último momento. Se cortaba el juego del Manlleu en el medio del campo y se lanzaban ataques desesperados. Imprecisiones en los pases, precipitaciones, y falta de juego colectivo provocaba pocas ocasiones de gol. Algún ataque por la banda con breves triangulaciones hizo recordar el buen juego que el Mercantil puede practicar cuando quiere.
El Manlleu mostró cómo se puede mantener la posesió del balon simplemente con el pase y el desmarque rápido. Cómo también se juega sin balón, y en algunos momentos dió una autentica lección de cómo hacer circular el esferico desde una lado al otro buscando llegar a la porteria contraria. Poco antes de acabar la primera parte, David aprovecha su velocidad para anticiparse al portero tras un centro y marca el 0-1.
Lo único positivo era el resultado y la entrada en el equipo titular de Arnau y Sergio, que fueron alineados en una posición nueva para ellos: el medio del campo. Aunque siempre han jugado de defensas, y depués de unos minutos, supieron adaptarse a las nuevas demarcaciones.
La segunda parte, en la que se marcaron cuatro goles más, tampoco dejó buen sabor de boca. Álex marcó aprovechando un rebote el 0-2. Siguió el equipo arlequinado haciendo cada uno la guerra por su cuenta, sabiendo que el tercero llegaría en cualquier momento. La defensa vallesana realizaba bien su trabajo y desbarataba cualquier aproximación del Manlleu.
Y como no podía ser de otra manera, de jugada individual, llegó el trecer gol. Martí, que realizó un gran encuentro, lanzó una inteligente vaselina (segun la RAE:"En el fútbol y otros deportes, disparo suave y de trayectoria muy curva que hace volar el balón por encima de uno o varios jugadores contrarios") y marcó el 0-3.
El cuarto gol llegó cuando, otra vez Martí, sirvió un saque de esquina envenenado con rosca sobre el punto de penalty y acabó dentro de la portería, empujado por un defensa local que pretendía despejar: 0-4
El quinto volvió a ser de Martí que se escapó por la izquierda y se metió hasta la cocina y remató a gol. 0-5. Casi un hat-trick que demuestra la calidad indidual del extremo zurdo del Mercantil.
El Manlleu había dejado de presentar batalla des del segundo gol y con los brazos caídos sólo se preocupaba de no salir goleado. Balones al poste, al larguero, faltas, y buenas intervenciones del portero local impedieron un resultado aún más abultado.
Acabó el partido con una sensación agridulce. Se había ganado bien, pero se había jugado mal. El entrenador, no obstante pudo sacar buenas conclusiones. Alineó por primera vez a Arnau en su posición natural, de defensa central, (la primera vez desde la lesión) y se mostró seguro y confiado. Le confió el lanzamiento de un penalty que ejecutó con fuerza y colocacion, aunque el poste lo rechazó fuera. Inyección de confianza también para Sergio que dispuso de más minutos para jugar en posiciones mas defensivas. Quedó demostrado que las rotaciones son posibles y necesarias en todas las demarcaciones.
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